Las letras son elegantes capitales con rasgos librarios bien marcados en las T, las V y la L.
AE 2019, 773
Para el comienzo de la segunda línea caben dos interpretaciones: 1) si Titulu[- - -] es nombre personal, continuaría qui per[iit - - -], aludiendo a las circunstancias personales de la defunción (cf. en Mérida, pero sin relativo, CICMe 20: mulier an(n)orum viginti et octo peri(i)t a partu). 2) Si titulum es un apelativo, puede pensarse que la segunda línea contenía la alocución al viandante. En este último caso con dos posibilidades: “qui pergis iter” o “titulum qui perlegis”; ambas con escasos testimonios. Otros paralelos aproximados también los podemos ver en “[tu qui perlegis hun]c titulum” (CIL II2/7, 737 = CLEHisp 34, Carbula, Almodóvar del Río); y con “titulum hunc” (CIL VI 15308, Roma; CIL XI 1664, Florencia). Es decir, el epitafio podría empezar así:
titulu[m hunc tu]
qui per[legis - - -]
- - - - - - ?
No obstante, en las diecisiete inscripciones lusitanas en que se menciona el apelativo titulus, éste nunca ocupa el comienzo de verso. Suele iniciar el epitafio en África Proconsular, las Galias y en Germania, pero nunca en composiciones métricas, por lo que no parece un carmen, que, además, no tendría ritmo dactílico.
Fecha: tal vez del siglo II d.C. por la forma de las letras.