Hallado en el anfiteatro durante las excavaciones de Mélida. Había sido reutilizado en los vomitorios y se conserva en el MNAR de Mérida, donde lo vio J.L.R.S. en 2003.
Según Trillmich, su procedencia original es el llamado sacrarium de la cavea del Teatro donde formaría conjunto con otros cinco pedestales que tienen la misma dedicatoria (CILAE 1612, 1604, 1605, 1577, 1606 y 1613).

Trillmich (1989-1990, 99 y lám. 11.2) propone que este pedestal, formando parte de un conjunto de seis de igual tipología, estaba colocado sobre los zócalos laterales del sacrarium reconstruido en el centro de la ima cavea, en cuyo pluteus se grabó la inscripción CIIAE 26 = CILAE 1610. Las medidas de los seis pedestales no son uniformes. Pueden hacerse dos series: una de pedestales cuya forma prismática se aproxima al cubo (CILAE 1612, 1604 y este 1605), y otra de pedestales de menor altura y mayor anchura (CILAE 1577, 1606 y 1613). El tamaño individual de cada uno corresponde a la envergadura de la estatuilla o representación colocada sobre ellos, porque las huellas también son diferentes. Para Trillmich podrían ser imagines de algún miembro de la familia imperial, lares, genios, tal vez laureles, etc.

Letras del siglo augústeo, según Fita. Pero como ya advierte García Iglesias, y nosotros también ratificamos, son capitales cuadradas de amplia cronología. De hecho, la interpunción triangular no tiene el vértice hacia arriba, lo que conviene más a la datación que propone Trillmich (1989-1990, 100-101): época trajánea. Pero también conviene observar que la G es un poco rígida, resultado de trazar una C y añadir el asta vertical después. Es una G muy parecida a la de la placa de Agripa (CIIAE 12 = CILAE 1588), más propia de una fecha temprana. En fravor de Trillmich hay que anotar la inoportunidad de una dedicatoria hecha a Augusto en un edificio cuyo protagonista es Agripa.