Hallada en el proceso de derribo del palacio del Conde de la Roca. Una foto antigua muestra que quizá estaba embutida en el torreón de la esquina sudoccidental, mirando hacia la Plaza de España. Ya en 1894 se encontraba en el Museo donde la vio Fita. Gil Farrés la vio empotrada en el suelo, pero en 1968 fue extraída con motivo de obras de acondicionamiento del antiguo Museo (iglesia de Santa Clara). 
Nada se puede decir de su ubicación anterior pero, dado el tamaño y peso de la pieza, lo más probable es que no fuera transportada de un lugar muy lejano y que, en consecuencia, procediera del llamado «foro provincial», área en cuyas  inmediaciones  se  situaba  el  propio  palacio del Conde de la Roca (HEp, a partir de Röring - Trillmich 2010).

Para García Iglesias la damnatio podría corresponder a Calígula o a Nerón: ambos la sufrieron y ambos eran hijos de una Agripina (la Mayor y la Menor respectivamente). La denominación con el nomen unicum Agrippina parecería corresponder a la madre de Calígula, porque la madre de Nerón solía denominarse IVLIA AVG AGRIPPINA. Sin embargo, en opinión de Röring - Trillmich, la E final de la primera línea parece un añadido posterior efectuado cuando se borró el renglón segundo debido a la damnatio memoriae. Consideran que estaba dedicado, muy probablemente, a la madre de Nerón, por el parecido entre este pedestal y el de la Concordia Augusti (CIL II  465 = CILAE 1603), por la similitud entre la planta del templo de la Calle Holguín (donde estarían los pedestales) y la aedes Concordiae romana, así como el vínculo de Iulia Agrippina y del propio Nerón con el ritual delos fratres Arvales del año 58 d. C. (CIL  VI,  2041,  15-18  y  29-34).
Las  semejanzas  entre  ambos  pedestales y su posible proximidad espacial llevan a suponer que formaron parte del mismo programa estatutario y que existió entre ellas una relación en lo que respecta a su colocación y contenido epigráfico. Si  la  conjetura fuera cierta, las dos basas conservadas irían acompañadas de otra, en paradero desconocido, dedicada a Nerón; de este modo, si la construcción del templo de la calle Holguín se sitúa en época de Tiberio, las  tres  imágenes  habrían  formado  parte  de  una  ampliación  del  programa  estatutario  del  templo  o  del  foro  en  tiempos  de  los  personajes  a  los  que  éstas  estaban  dedicadas;  su  levantamiento  se  habría  efectuado,  precisamente,  para  invocar la añorada armonía entre madre e hijo en un momento dramático en la relación  entre  ambos,  concretamente  entre  la  ascensión  de  Nerón  al  trono  (octubre del 54 d.C.) y la trágica muerte de su progenitora (marzo del 59 d.C.). Todo  ello  reforzaría  la  hipótesis  de  que  el  templo  de  la  calle  Holguín  o  el  llamado foro provincial de Mérida estuvo relacionado con el culto imperial (HEp, a partir de Röring - Trillmich 2010).