La ubicación actual de la pieza impide analizar el lateral inferior y la parte trasera con mayor detenimiento.
En la actualidad se encuentra colocada sobre un pequeño zócalo en la pared de una casa particular y se ha reintegrado un fragmento de la lápida con un mortero de cemento, que sobre todo afecta a la parte inferior de la letra C.
A pesar de que se encuentra en una vivienda muy cercana a los edificios de espectáculos emeritenses (teatro, anfiteatro y circo), no se puede afirmar que el epígrafe proceda de esta zona, puesto que la propietaria confirmó a los editores que éste ya se encontraba a mediados del s. XX en otra casa de la ciudad propiedad de su familia.
HEp 2013, 29
Por otro lado, llama la atención que el comienzo de la titulatura imperial aparezca desarrollado, es decir, sin abreviar. Este uso suele ser bastante frecuente en miliarios y los ejemplos documentados en inscripciones conmemorativas son realmente escasos.
Por desgracia, no es posible aventurar nada sobre la ubicación del epígrafe o la naturaleza del edificio en el que estaba colocado. Las ocho letras que se desarrollaban por la izquierda, habida cuenta de los 1,80 metros conservados, debían ocupar unos 2,40 metros.
La magnitud de las letras, 30 cm de altura, la convierten en una de las inscripciones con letras de mayor altura documentada hasta el momento en Mérida y una de las de mayor envergadura. Cf. CILAE 1636, 1637 y 1639.
Por los rasgos paleográficos puede datarse, con reservas, por los refuerzos y la forma de la S, en el siglo II d. C. como fecha postquem, probablemente en época antoniniana y pudiendo llegar hasta época severiana.