Ignoramos qué tipo de "pie" utilizaron Accursius y Docampo, porque habitualmente el "pie castellano" medía 27,8 cm. Pero lo mismo ocurre en CIL II 478g, que, para Pérez Bayer mide "un pie", y sin embargo son letras de 23 cm.
Cf. Álvarez Sáenz de Buruaga 1950, 310; Paredes Martín 2012-2013 [2018], 286-292, Fig. 11 c (AE 2017, 570; HEp 2016-2017, 77).
EE VIII, p. 361-362
CMBad 712
ERAE 76
CIIAE 46
AE 2017, 570
HEp 2016-2017, 77
Hübner (CIL II 478) reunió este fragmento con los de los números CILAE 1617, 1618, 1616, 1660, 1661, 1662, 1663, 1664, 1665 y 1666, y recompuso una única inscripción, que habría sido grabada en el año 135 d. C. a propósito de una restauración del teatro de Augusta Emerita por parte de Adriano, tras un incendio que habría destruido parte del edificio, y que motivó la celebración de ludi teatrales y circenses en conmemoración de dicha restauración. Como explicaron García Iglesias (1973a, 175; 1975) y Ramírez Sádaba (2003e, 83-90) tal restitución no es posible porque hay inscripciones de diferentes materiales: mármol, granito, caliza, y algunos dudosos. Aunque García Iglesias (1975, 601) concluye "que hubo algún incendio y que debieron hacerse trabajos de restauración en los edificios de espectáculos emeritenses, conmemorados en inscripciones monumentales, sin que sea seguro que ello tuviera lugar en época de Adriano»