Posiblemente, la lápida constituya el primer testimonio directo de un judío en la península ibérica o, como poco, la referencia más antigua a una sinagoga.
A Aniano, quizás venido de fuera como parece evidenciar el adjetivo peregrinus (que en latín tardío y medieval se usó principalmente en su acepción de "forastero"), se le atribuye la condición de exarchon de dos sinagogas, no sabemos si simultáneamente (poco probable) o consecutivamente, y si las dos estaban en Mérida o no, pues pudo haber llegado a la ciudad procedente de otro lugar. Dicho título se encuentra en dos paralelos presentes en Roma (Noy, JIWE 2, 2, en griego; y CIL VI 39084a, en latín). Si bien no se debe descartar que tal título se consiga como parte de una formación teológica/judicial en la sinagoga, los paralelos romanos implican ante todo que es un título socio-político. Aunque también se podría identificar con la acepción del término "director de coro o de ceremonia religiosa" (en griego ἔξαρχος τῶν ἱερέων).
Fecha: el uso de la forma frunitum, que parece haber sido poco usada en época clásica pero sí en latín tardío, así como todas la incorrecciones ortográficas y gramaticales apuntadas (de quem = de quo; frunitum aetatem tuam = frunitum aetate tua), concuerdan con la fecha avanzada de esta inscripción. Por el tipo de letra se podría fechar en el siglo IV avanzado o, incluso, en los primeros años del siglo V.