En l. 1 según el dibujo de Fita la O minuta se encuentra volada sobre la N: “podría invertirse, válidamente también, el orden de ambos signos en la transcripción”, García Iglesias. Así la O reposa sobre el asta derecha de la N, dejando ver su posición, NO.
En l. 3 Fita consideró las tres huellas que se distinguen en la rotura inferior como de signos del alfabeto ibérico, correspondientes a los valores BA, R y CO. Pero más bien serían números arábigos (la primera huella un uno, la segunda un cuatro y la tercera un ocho), según García Iglesias.
[- - - here]deros •
[- - -]+++
CMBad 826
ERAE XVII
AE 1983, 489
2 [Pae]deros cognomen, Hübner; EDEROS ·, Mélida; posiblemente simplemente [here]deros.
3 Según el dibujo de Mélida, la primera cruz es un asta recta vertical, quizá I; la segunda es un ángulo agudo con el vértice centrado a la derecha; tercera es una X flanqueada por arriba y por abajo por sendas barras horizontales; "incertum", Hübner. Serían números arábigos indicativos de la fecha (la primera huella un uno, la segunda un cuatro y la tercera un ocho)", García Iglesias.
Hübner, que tuvo acceso al calco, pero que no vio en persona el fragmento, rechazó la suposición de Fita, basándose en que jamás ha habido hallazgos en el sector de escritura ibérica. Su propuesta, elcognomen Paederos, no es desacertada, si nos encontrásemos ante una inscripción romana, ya que se documenta en múltiples ocasiones en el Imperio.
Además de lo dicho por García Iglesias, cabe explicar que Fita en “Adiciones y Rectificaciones” (1894, 165) reproduce la forma del texto, “sacada una nueva impronta”, mostrando que la O de NO es una letra pequeña volada sobre la N. Este tipo de abreviaturas no es propio de la epigrafía latina (una letra sobrepuesta, colocada sobre la caja del renglón, es habitual en la paleografía a partir del s. XII. Cf. Muñoz y Rivero, J., 1889: Manual de paleografía diplomática española de los siglos XII al XVIII, Madrid, esp. 86 ss.; Ramírez Sánchez, M., 2012: “La tradición de la epigrafía antigua en las inscripciones hispanas de los siglos XV y XVI”, Veleia, 29, 255-277; ibidem, 2017: “La expresión epigráfica de la memoria en el Renacimiento”, en Iglesias Gil, J. M. y Ruiz Gutiérrez, A. (eds.): Monumenta et memoria. Estudios de epigrafía romana, Roma, 87-115).
Sus letras fueron tenidas por Hübner como de los siglos II o III, pero, como hemos visto, hay que datarla entre los s. XV-XVI: no es romana ni mucho menos tiene caracteres ibéricos.