Las letras son capitales cuadradas mediocres y desiguales, lo que se hace evidente observando la diferente factura de las dos N.

Estaba almacenado en el teatro romano, sin conocer su procedencia. Está registrado entre los fondos del Museo con fecha del 22 de marzo de 1972.

Lo único conservado parece parte de la mención de la edad. El margen sin utilizar que existe sobre las letras transcritas sería suficiente para otra línea y parte de una tercera. No podemos saber por qué se desaprovechó y tampoco podemos saber cuál pudo ser la forma y la disposición del texto del epígrafe. Incluso si estuviera el texto centrado, no se conserva ningún resto de letra.
Sin embargo Ángel Ventura, por la disposición del texto y la ausencia de abreviatura, no cree que se trate de la indicación de la edad de un epitafio, sino más bien la indicación cronológica de la era local mediante la fórmula anno coloniae al final del titulus de un monumento oficial. Además por la paleografía propone fecharse en el siglo II d.C., momento en el que se documentan en Mérida el resto de inscripciones que mencionan este tipo de era local.