- D(is) • M(anibus) • s(acrum)
- Statiae • Nu-
- sae • an(norum) • LV (?)
- Statia • Mer-
- curialis • con(libertae ?)
- h(ic) • s(itae) • s(unt) (!) • s(it) • t(ibi) • t(erra) • l(evis)
Cf. Mangas Manjarrés 1971, 320 y 474.
ILER 6206
ERAE 372
5 COI explicat COIVGI, Moreno; COI, de la isla griega de Cos, Forner.
4-5 Stati Mercurialis coi(ugi), Mommsen; Statia Mercurialis co[nlibertae], Hübner.
Gómez Bravo puso la nota a Moreno sobre la V vuelta al revés, y dice así: "Aquí se engaña B. M. porque la dicción en la piedra con la V, á su parecer al revés, no es V, sino L griega, mayor que esta, y diría forzosamente STATILIVS, el cual nombre hallará en Grutero, en muchas piedras, y este libro muchos nombres latinos con algunas letras griegas".
Ello movió a Mommsen a corregir por STATI·MERCVRIALIS, con lo que ya sería admisible leer COIVGI. Hübner, aunque da cabida a la sugerencia de Mommsen (la solución de Forner, que Hübner no llegó a conocer, parece la más desacertada), tuvo el buen acuerdo de intentar explicar el texto sin acudir a corrección alguna. "También padeció equivocación en mi inteligencia con el nombre COI, diciendo que ha de leerse CONJUGI. Según se manifiesta, la lápida está enterísima, y la voz COI para ser inicial de CONJVGI no había de terminar con I sino con N. Lo que tengo por muy verosímil es que el nombre COI significa la patria de STATILIO MERCVRIAL, que lo era de la isla de Coos, una de las del Dodecaneso y tan famosa, como que fué la patria del grande y divino Hippócrates, príncipe de la medicina. Por lo que se debe leer de esta manera: Estatilio Mercurial, natural de la isla de Coos, está aquí sepultado con su mujer Statia Nusa, que murió de 55 años", Forner.
Hübner propone entender STATIA MER/CVRIALIS CO[NLIBERTAE]. Aceptamos esta reconstrucción, pero dejando la N fuera del corchete, puesto que es evidente que debía de haber huella de su primer trazo vertical. La coincidencia de gentilicio parece confirmar que se trataba de libertas de un mismo patrono. No sabemos si está completo el cognomen de la difunta o faltaban letras al final de l. 2. Lo mismo podríamos decir del numeral de la edad.
Se puede datar entre los ss. II-III d.C. por la invocación a los dioses Manes.