Los siete primeros renglones se han alineado a la izquierda con relativa uniformidad y los dos últimos a la derecha, apreciándose una evidente improvisación al grabar sobre todo la última línea, donde POSVIT se ha tenido que reducir de tamaño para poder encajarse en el ángulo inferior derecho del campo epigráfico.
El ordinator no ha tenido especial cuidado en respetar palabras completas dentro de una misma línea, como victo/ri (líneas 2-3), triumfa/tori (líneas 3-4), Au/gusto (líneas 4-5), p(rae)fec/turam (líneas 7-8) y famu/lus (líneas 8-9). La escritura, dotada de una cierta elegancia, es predominantemente del tipo librario (p.ej. E, F, T, L ...) y está trazada con ductus regular. Destaca el trazado de: la G, con remate en espiral; la P, abierta y elaborada a partir de la L; la A, a veces sin travesaño, a veces con una especie de coma en lugar de la barra horizontal. El texto está desprovisto de interpunciones, salvo en la línea 1ª, donde se ha grabado una marca triangular entre el gentilicio del emperador, FL(avio), y su sobrenombre GRATIANO.
- D(omino) N(ostro) Fl(avio) · Gratiano
- pio felici victo-
- ri ac triumfa-
- tori semper Au-
- gusto Octavius
- Clarus v(ir) c(larissimus) agens
- vicariam p(rae)fec-
- turam famu-
- lus eius posuit
La fórmula agens vicariam praefecturam desarrollada in extenso para expresar el título de vicarius representa un hápax en la documentación epigráfica conocida hasta la fecha. Sin embargo, en otro tipo de documentos como los literarios o los jurídicos no resulta del todo inusual (v.g. Codex Theodosianus III, 5,3; VIII, 5,6; IX, 34,3).
La aparición del adjetivo famulus en una inscripción oficial del siglo IV resulta sorprendente y susceptible de la consideración de caso único por el momento en la epigrafía romana. Sólo conocemos un ejemplo parangonable: en un díptico consular conservado en Aosta, el consul ordinarius Probus en el año 406 se dirige al emperador Honorio autodenominándose famulus ("scilicet imperatoris", según Dessau, ILS 8991). En las fuentes epigráficas su uso es extrañísimo hasta bien avanzado el siglo V, cuando se atestigua su extensión en los epitafios cristianos. Octavio Claro utilizando la fórmula famulus eius podría estar haciendo pública ostentación de su condición religiosa cristiana acorde con los nuevos tiempos y con los renovados impulsos por parte de Graciano, al servirse de un vocablo propio del lenguaje bíblico para dirigirse al emperador en términos de cristiana servidumbre. Otra posible explicación es que se tratara de una mera fórmula de devoción o servidumbre al Emperador, que sin embargo no parece haber gozado de aceptación en los textos oficiales de esta época, ya que de momento no existen paralelos epigráficos, ni de otra clase, para esta época tan temprana. En este sentido la fórmula es interpretada por J. Arce (2006, 264-265) más que como una manifestación de fe, como una exagerada expresión pública de humildad por parte de un miembro de la clase dominante hacia la persona del emperador. O tal vez este pretendió evitar un término más habitual como devotus por una expresión que denotase aún más subordinación (Arce 2009, 254). Así pues, el uso del término famulus por sí mismo no implicaría necesariamente la condición de cristiano del que lo utiliza, sino que sencillamente reflejaría una situación sociolingüística ya muy extendida en los ambientes cristianizados de finales del siglo IV. Alicia Canto, en cuanto a si la expresión famulus eius puede tener un trasfondo o significado cristiano, opina que " más bien se podría decir que es algo redundante, ya que la idea de que a partir de una determinada época todos los senadores, funcionarios y súbditos del Imperio eran servi o famuli del o de los emperadores se encuentra cientos de veces, pues está contenida implícitamente en las expresiones Domino Nostro, Dominis Nostris, que presiden casi toda la epigrafía imperial del siglo IV. De tal forma que en realidad en este siglo todos eran famuli, sólo que, de vez en cuando alguien, quizá con más motivos de agradecimiento o un espíritu más servil, decidía reconocerlo con todas las letras" (apud HEp 14, 2005, 34).