Fecha: para Salas et al. del siglo I d.C. por la paleografía y la onomástica; o más moderna si se tratara de un ara funeraria. Podría afinarse algo más esta cronología si consideramos que los primeros ejemplares de aras comienzan a proliferar en estas tierras a finales del siglo I d.C., siendo su uso más extendido durante todo el siglo II. La onomástica típicamente indígena nos llevaría a una fecha que no rebasaría la primera mitad del siglo II.