El epitafio recuerda a dos difuntos, una pareja de individuos que portan el mismo gentilicio, lo que sugeriría que ambos eran libertos del mismo dueño y que murieron en el mismo momento. La frase una fossa crematis es un hápax hasta ahora en la epigrafía funeraria del mundo romano. Se refiere al ritual de incineración (en bustum o ustrinum), tras el cual las cenizas quedaban depositadas en la sepultura definitiva.
Otro
Marcius Laetinus, muy verosímilmente la misma persona, se documenta en
Emerita en el acto de conmemorar junto a otro conliberto a su patrona,
Marcia Tyche (
AE 1994, 864 =
CILAE 417).
Los dedicantes son dos Licinii, verosímilmente conlibertos de la misma familia de esclavos – Licinius Taurinus y Licinia Didyme – que definen su relación con los difuntos en términos de amicitia (amicis f.c., línea 8). La relación de amistad no aparece con mucha frecuencia hasta ahora en las conmemoraciones funerarias emeritenses (cf. CIL II 5266, con Edmondson 2000, 308, 320, tablas I y VII), aunque hay referencia a los amici sui de Annianus Peregrinus, honorificus duarum synagogarum exarchon, en su epitafio emeritense (García Iglesias 2010 [2013], líneas 5-6 = CILAE 765).
Gracias a la ausencia de praenomina en la denominación de los dos varones y la forma de las letras se puede fechar el epitafio en la segunda mitad del siglo II d.C.