Podría leerse en l. 4 SUB KAL, pero habría que admitir una B extraña porque se ha grabado con el formato de la D, y, además, una incorrección sintáctica, porque sub es una preposición que rige ablativo de tiempo, y así se constata en Augusta Emerita (Cf. CICME nº 5, 37, 40, 45, 50, 53, 54, 59, 91 y 149). No obstante, hay un testimonio sub Kalendas que demuestra que también se expresaba la fecha así: cf. AE 2000, 1747, en África Proconsular; y varios con sub Idus, como CIL VIII 451 = 11650, Haidra; CIL III 456, Salona; y EDCS-22000043 y EDCS-82600033, Italia). En todos estos casos, debido a su rareza, podría pensarse en un olvido de DIE por parte del lapicida. Y quizás fue esto lo mismo que ocurrió en nuestra inscripción.
Sin embargo se puede entender que hay un triple nexo DIE, con la E embutida en la D y con un trazo superior en el asta recta de la D, trazo que no existe en la D de DEI (el nexo también se usa en MAIAS, aunque las astas oblicuas de la M no se juntan). En Augusta Emerita es habitual el uso del ablativo, tanto en la forma SUB DIE como con DIE (cf. CICME nº 37), por lo que se puede hacer la lectura que hemos propuesto en el exemplum. Incluso se abrevia DIE mediante un asta oblicua que cruza la D (CICME nº 5, 54 y 149). En esta inscripción el trazo puede ser horizontal, porque también rebasa la D por la izquierda del asta recta. En ambos casos el quadratarius habría olvidado la B de SUB, pero tampoco es totalmente imposible, porque la inscripción no tiene una grafía armónica: compárense, por ejemplo, la L de famula con la de Kal, o la F de Formica con la de famula. Por nuestra parte pensamos que la lectura más probable es SU(b) DIE KAL, que no incurre en incorrección sintáctica y es conforme al hábito emeritense.
El nombre de la difunta, Formica, es muy poco corriente en la onomástica cristiana: solo está documentado en unas pocas inscripciones procedentes de Roma, otra de Lambaesis y en otra de Puteoli. La peculiar e infrecuente forma de indicar el cardinal III del año con trisis (“tres ases”) solo se encuentra en Mérida en otra lauda cuyo epitafio es casi cuatro décadas posterior: el del archidiaconus Heleuterius, enterrado en la cripta basilical de Santa Eulalia (CICMe 37.c = HEp 4, 179 = AE 2001, 1169). Asimismo, aparece también en Mértola, para indicar el 563 de la era (IHC 304 = ICERV 93). Este es un sistema de datación de la era en epígrafes de época visigoda habitual en el suroeste peninsular, que solo se emplea en el siglo VI, y que consiste en mutar los cardinales por indicaciones monetales como semis, as, depundius, trisis, etc. (Gil 1976a). Además cabe destacar la extraña forma de desarrollar el numeral de la fecha DC mediante sescens (en sustitución del cardinal sescenti), con paralelos muy cercanos en el espacio y el tiempo, esto es, en dos laudas sepulcrales halladas en el territorio emeritense, concretamente en la localidad de Montijo (Badajoz), y con fecha expresa del 604 de la era (CILAE 2124 y 2125 = IHC 22 a-b: sisccens quattus).
Fecha: 1 de mayo de 565 d.C.