El aspecto general del letrero es un tanto descuidado en cuanto a la inclinación de los renglones, que descienden hacia la derecha. La altura de las letras es bastante uniforme, aunque entre ellas hay otras intercaladas más pequeñas: la O final de l. 2, las dos I finales del numeral VIII en l. 5, la O y la I segunda de poenitentia en l. 6, la I de in en el 7 y los numerales XXVI en l. 9, cuyas alturas oscilan entre los 2,3 y 3,1 cm (Navascués y de Juan 1948 [2019]).
En cuanto a formas, se cuentan dos A con el travesaño angular, cuatro con el travesaño recto, seis con el travesaño ondulado cruzando los dos trazos de la letra y dos sin travesaño alguno. En la B no se cruza con el vertical la unión de los trazos curvos. La F es de tres trazos, pero el tercero cruza el vertical. Los trazos verticales de la H están cruzados por el tercer trazo. La L tiene muy oblicuo el primer trazo, especialmente en el numeral LXVIII, y en sentido contrario, formando ángulo obtuso, en kal(endas). La O es de forma irregular. La P es abierta, lo mismo que la R. La Q ofrece dos formas muy curiosas: en l. 2 es una de tres trazos al parecer, uno formando la base de la letra en sentido horizontal, otro iniciado a la izquierda del primero formando ángulo hacia arriba y curvado hacia la derecha, y un tercero que cae del extremo del exterior hacia abajo tocando el otro extremo del primero y formando apéndice que se revuelve al cabo hacia la derecha. En l. 6 tiene forma semejante a un 2 arábigo. La V es siempre de forma lapidaria, pero con un trazado espontáneo que determina que unas veces los extremos inferiores de los trazos se unan un poquito distanciados, otras forman la unión sobreponiéndose dichos extremos, y, finalmente otras veces el segundo trazo se prolonga más debajo de su unión con el primero o viceversa. También es de notar la forma de la X por su labor cursiva (Navascués y de Juan 1948 [2019]).
Las abreviaturas son las de ann(os), marcada con una rayita sobrepuesta, de d(ie) señalada en la forma tradicional, mediante la barra oblicua cruzada, y de kal(endas) indicada por un trazo que cruza el segundo de la L.
Los enlaces son abundantes: l. 1, T-E; l. 2, M-V en famulus; l. 3, M-V en mundam. En l. 5 hay un pseudoenlace de los numerales L-X; en l. 7 en el numeral X-V, el primer trazo de la X se prolonga sin solución de continuidad, curvándose, para formar el primero de la V; finalmente, están enlazadas las XX del numeral de la era por dos trazos angulares contrapuestos y cruzados.
Hay letras pequeñas intercaladas que son la O y la I, pero con este carácter propiamente lo es solo la segunda, que como letra intercalada o encajada está cobijada por la T que le precede en ll. 6 y 7, incluida en la V que también le precede en l. 6. También es más pequeña como numeral en el de la edad del difunto (Navascués y de Juan 1948 [2019]).