En l. 1 hay un vacuum hasta la fractura del lado izquierdo de 17 cm. En v. 4 también un vacuum hasta la fractura del lado izquierdo de 3,5 cm. Letras capitales cuadradas elegantes, con contraste y de pies bien marcados. Las P abiertas y las E estrechas. Los interlineados miden 1,5 cm. Interpunciones triangulares con vértice hacia arriba y rabillo. La interpunción de la última línea es de mayor tamaño.

Descubierta en 2009 en la intervención arqueológica con nº 8206 del Consorcio dentro del solar del antiguo Cuartel Militar de Artillería “Hernán Cortés” (cf. Sánchez Hidalgo - Sanabria Murillo - Rosa 2019). El fragmento superior, con nº inv. 8206-17-1, apareció en un estrato de amortización sobre pavimentos de opus signinum, junto con terras sigillatas africanas, hispánicas brillantes, tégulas e ímbrices; y el otro fragmento, el inferior, con nº inv. 8206-424-1, en un nivel alterado, con restos de mortero y material constructivo romano y contemporáneo.

Podría tratarse de la conmemoración familiar de una esposa (de nombre desconocido) y unos hijos a su marido y padre respectivamente, que vendrían a converger en la misma persona. Desgraciadamente, el nombre de este personaje protagonista de la inscripción se ha perdido. Sin embargo, de acuerdo a los rasgos del primer nombre conservado, P. Aelius P.f. B[---],  podríamos pensar que este personaje fue el primero de la estirpe que recibió la ciudadanía en época del emperador Adriano (de la gens Aelia) y que, junto con su más que probable hermano Aelius A+[---], fue hijo de un liberto imperial del mismo Princeps (P. Aelius Hadrianus, recordemos). Hasta la fecha conocíamos otros doce Aelii más en Mérida y su territorium, de los cuales destacan en el siglo II d.C. los dos libertos imperiales, tabularii de la provincia lusitana: P. Aelius Vitalis y P. Aelius Alexander (CIL II 485 y 486 = ERAE 115 y 117). La implantación de la gens Aelia en Hispania fue muy extensa y en la Bética miembros de esta familia alcanzaron las más altas magistraturas.