Mélida (1915, 24): "Aún se repetía este epígrafe en letras de bronce, como queda dicho, sobre los áticos de las portadas laterales, según lo dejan entender los agujeros en que aquellas estaban clavadas; bien que sólo es fácil reconstruir el comienzo de la portada del lado izquierdo". De una manera similar se expresa en 1925, I, 143.
Los fragmentos tienen una altura más o menos uniforme de 60-65 cm, de los que 37 corresponden al campo de la inscripción, mientras que su grosor total es de entre 42 cm arriba (con 20 cm correspondientes a la moldura) y 22 cm abajo.
Estos agujeros que servían para fijar las espigas de las letras e interpunciones metálicas en los dinteles se conservan relativamente bien. Suelen ser redondos, con diámetros que oscilan entre los 0,7 y 1 cm, mayores que los de las letras de la inscripción conservada in situ en la versura oriental del teatro. A diferencia, fueron ancladas en los dinteles encontrándose en posición horizontal, o sea, todavía en el suelo, con plomo líquido, que se conserva en un número de casos al fondo de los agujeros, sin colmarlos jamás (cf. CIIAE 5a, nº 6; 5c, nº 5 y 7; y CIIAE 6, nº 1), en algunos casos al fondo con restos de las espigas broncíneas de sección cilíndrica (cf. CIIAE 5 d, nº 4 y 9), mientras que las espigas de las letras de la versura tienen una sección rectangular (Stylow - Ventura 2013, 322-323 y fig. 7). Los agujeros, en general, tienen una profundidad que oscila entre los 2 y 3 cm, aunque existen algunos menos profundos, de 1,5 cm aproximadamente, que corresponden o bien a interpunciones o bien a reparaciones posteriores (y que han sido clasificado como agujeros superfluos). Es evidente que esos agujeros, con su escasa capa de plomo, no pudieron asegurar el firme asiento de las letras, por lo cual se ha sugerido que el grueso estucado que cubría las estructuras graníticas de la fase fundacional del teatro se habría extendido también a los campos epigráficos de estos dinteles, al igual "que pudimos comprobar que sucedió en la inscripción de la versura oriental" (Stylow - Ventura 2013, 323 aceptado por Trillmich 2013, 330). Por desgracia, no se conserva ninguna de las litterae aureae de estas cornisas, que habrían tenido una altura de ca. 23-24 cm.
García Igesias 1973a. 122: "De los sillares agujereados a que nos referimos queda parte in situ sobre la puerta más cercana al anfiteatro, mientras que los del lado contrario, tampoco completos, están depositados en el suelo a la espera de su colocación en el lugar primitivo". A estos fragmentos se refiere también Álvarez Sáenz de Buruaga (1982b, 311) cuando, preguntado por Almagro sobre cuántas inscripciones hacen mención a Agripa, responde: "Son dos que se ven en los parodoi y que llevan letras de bronce. En la casa-basílica hay otras dos, con el mismo texto pero con distinto esquema compositivo. Esto aparte de los dos dinteles conocidos".
Se encuentran actualmente los fragmentos A y B (juntos) en el suelo cerca de la Casa Basílica del teatro, y los fragmentos C y D también en el suelo, a la derecha de los anteriores.
Propuesta gráfica de restitución de los fragmentos A, B y C: L. Fernández y A. Ventura, ex Stylow - Ventura Villanueva 2018, 161, fig. 13.
M(arcus) • Agr+pp+ • L(uci) • f(ilius) • co(n)s(ul) • ter[t - - -]
Lectura de Ramírez Sádaba (fragmentos A + B + C + D)
M(arcus) • Agr+pp+ [•] L(uci) • f(ilius) • co(n)s(ul) • III • [tri]+(unicia) pot(estate) • III
Cf. Boatwright 2014, 259.
HEp 13, 2003/2004, 96
AE 2018, 829
Ramírez Sádaba (CIIAE) intentó una reconstrucción propia del texto. En el fragmento D lee el agujero nº 3 como interpunción, por lo que considera que los anteriores, 1, 2 y 20, corresponden a la B. Continúan los agujeros 4, 5, y 6 (la letra P), 7, 8 y 9 (letra O) 10 y 11 (letra T), sigue el número 12 que sería la interpunciòn. Y por último, los números 13, 14 y 15 serían un asta recta (I), 16 y 17 otra (I) y 18 y 19 otra (I).
La lectura de Ramírez Sádaba explicaría que el programa epigráfico se habría redactado con un único texto: el número de cargos ocupados se indicaba siempre con un numeral. Con la lectura de Trillmich y Stylow - Ventura se habrían redactado los párodoi con numerales y los podios de la columnatio con adjetivo y numeral. Parecería más lógico que se hubiera empleado un único texto.