Se trata de la inscripción de un monumento honorífico dedicado a un miembro de la élite lusitana, de cuyo cursus se detallan varias etapas, y que por la paleografía se ubica en época julio-claudia no muy avanzada.
Por la restitución prácticamente segura del cognomen en lín. 1, "el homenajeado debe de ser uno de los dos Lucii Cornelii Bocchi de Salacia (Alcáçer do Sal), Luci filius y Gai filius respectivamente, de evidente parentesco, si bien su grado no esté claro, cuyo numeroso legado epigráfico en varias ciudades de Lusitania –en su misma patrica chica Salacia, en Lisboa (Olisipo) y en Tróia (Caetobriga), aunque hasta ahora no en Augusta Emerita– representa todo un récord. Ambos eran tribuni militum (de distintas legiones) y flamines del culto imperial de la provincia, y no es siempre fácil atribuir las distintas inscripciones –a menudo fragmentarias– a uno u otro de ellos" (Stylow - Ventura 2009, 486).
Al final de l. 2 se menciona un cónsul, cuya aparición en un cursus local difícilmente se explica si no es por una relación de atribución/subordinación del personaje homenajeado con el cónsul en cuestión. El caso clásico de esa relación es la praefectura fabrum, la del caballero empleado al servicio de un magistrado cum imperio (cf. ILS 233, 6542, 6862 y 6727). Dicho cargo aparece en una inscripción honorífica con el cursus de L. Cornelius L. f. Bocchus de Olisipo (FE 1999, 275 = HEp 12, 2002, 654 = AE 1999, 857) y en otra de Salacia (CIL II 2479 = IRCP 189), que informan que este Bocchus fue praefectus fabrum cinco veces. Las letras conservadas en lín. 2 permiten identificar al magistrado que le encomendó el puesto con L. Fulcinius Trio, legatus Augusti pro praetore de la provincia Lusitania entre los años 21 y 31 d.C. Trio ya no era gobernador cuando se redactó la inscripción, sino cónsul, cargo que desempeñó, como consul suffectus, a partir de julio del año 31 d.C.; dado que Trio, antiguo favorito de Tiberio, cayó en desgracia y se suicidó en el año 35 d.C., la inscripción debe datarse en los meses en los que desempeñó el consulado o poco después, puesto que muy pronto ya no sería oportuno asociarse a su nombre. La excepcionalmente larga prefectura de Bocchus es probable que deba relacionarse con la dirección y organización de las obras relativas al nuevo centro provincial, el foro de la calle Holguín y, sobre todo, del templo provincial del Divus Augustus, promovidos por Trio. No obstante, según Saquete Chamizo (2011), el lugar donde fue erigido el monumento, el foro colonial, podría hacer pensar que el monumento a L. Cornelius Bocchus pudo ser dedicado por la propia colonia emeritense más que por los conventus provinciales (además hay que considerar que no se sabe cuánto texto falta por abajo). Mientras que en la lín. 4 se cita, claramente, el honor del flaminado provincial, la palabra Augusti, al final de lín. 3, que Stylow - Ventura completan como [Divi] Augusti, parece aludir a un cargo que no aparece en las otras inscripciones del cursus de Bocchus; quizá haga referencia a su responsabilidad en la construcción del templo, de ahí el suplemento propuesto por Stylow - Ventura: [curatori templi Divi] Augusti. Sin embargo, Fishwick (2011), cree que esta función de curator templi Divi Augusti propuesta en la lín. 3 presenta algunas dificultades: tanto el repetido cargo de praefectus fabrum (cinco veces) como el de curator templi probablemente tuvieron que ver con la construcción del templo provincial del Divus Augustus, pero, si ambos cargos tuvieron el mismo contenido, hubiera sido más lógico, por ejemplo, más que el desempeño de un nuevo cargo –que en nada se diferenciaría en sus funciones del anterior–, un sexto mandato como praefectus fabrum. Por otro lado, el título de curator normalmente implica el mantenimiento de un templo, más que su construcción. No existen ejemplos donde un curator estuviera asociado con la construcción de un templo provincial. Asimismo, si Bocchus fue el responsable de la construcción del templo provincial durante su mandato como curator, en este cargo tuvo que estar por lo menos cinco años, el promedio de tiempo necesario para construir un templo equiparable en Roma, por lo que la terminación y dedicación se tendría que posponer a mediados o finales de los años 30 d.C. Resulta claro que existía un conflicto entre las responsabilidades de Bocchus como preafectus fabrum y curator templi Divi Augusti. Además se tendría que enfrentar no sólo a la marmorización del templo provincial, sino también a la de la plaza y el pórtico. González Herrero (2013, 412-414) pone en cuestión la certeza sobre cuántas veces había Bocchus reiterado la prefectura fabrum cuando se colocó el epígrafe y propone una nueva integración para las líneas finales (ver aquí supra Apparatus criticus; cf. HEp 19, 2010, 19; HEp 20, 2011, 18).
El apex sobre la segunda V de conventús, indicando una V larga, excluye la posibiliad de que el autor del homenaje hubiera sido uno de los conventus lusitanos, porque la forma conventús debe ser un genitivo del singular o un nominativo o acusativo del plural. Esa última forma, acusativo del plural, carecería de sentido en el contexto de la inscripción, y un genitivo del singular se entendería solamente si se refiriera a una función, cargo no atestiguado en las otras inscripciones de Bocchus y que ya de por sí, siendo de rango inferior, chocaría al final de un cursus que evidentemente recoge los honores más altos. "Queda pues como última –y única– explicación la de un nominativo del plural. Esto significa que el homenaje a Bocchus se debía probablemente a una iniciativa de los (tres) conventus de la provincia lusitana. Sin paralelos, tal monumento cobraría todo su sentido en aquel momento, cuando se acababa de terminar de inaugurar el centro religioso de esos conventus, es decir, de la provincia Lusitania [i.e. el recinto conocido como foro provincial y el gran templo de culto imperial de la calle Holguín, promovidos por Trio]. Esto podría explicar también las dimensiones descomunales del pedestal, en cuyo frente estaría nuestra inscripción, cuatro veces el ancho conservado (c. 150 cm) [...] ¿Tenemos que pensar en un grupo estatuario con las representaciones de los tres conventus, con o sin la figura de Bocchus?" (Stylow - Ventura 2009, 488-489).
"Teniendo en cuenta este nuevo hallazgo, la relación entre L. Cornelius L.f. Bocchus y L. Fulcinius Trio parece fuera de toda duda... Su presencia en el epígrafe adquiere pues sentido plenamente. Fulcinius Trio había llegado a ostentar el consulado sufecto, un gran honor de la época, pero para los emeritenses era sobre todo el legado imperial que había residido en su ciudad durante un prolongado período de tiempo. De esta forma, su mención en genitivo resaltaba todavía más la posición de Bocchus, que dejaba patente su vinculación con el legado imperial y cónsul" (Saquete - Álvarez 2013, 284-286). Así pues, según Saquete Chamizo (2011), la inscripción demuestra la relación entre estos dos hombres, pero no demuestra que Fulcinius Trio tuviera un papel destacado en el proyecto de la obra, ni que L. Cornelius Bocchus fuera el encargado de la construcción del gran templo del culto imperial, aunque durante sus cinco prefecturas estuvo en condiciones de llevar a cabo tal empresa, ayudado por su riqueza y sus contactos con los notables lusitanos y el gobernador Trio.
"Podría pensarse también que entre las líneas 3 y 4 se encontrase la expresión co(n)s(ulis) des(ignati), pero en este caso el cargo de legado provincial tendría que aparecer antepuesto al consulado designado, como es la práctica habitual en las inscripciones y que incluso se documenta en un conocido epígrafe del propio Fulcinius Trio dedicado en Roma" (cf. CIL VI 93 = AE 1953, 89). Sin embargo, no hay espacio para esta secuencia.
Si la inscripción terminaba o no con la lín. 5, la última conservada, es imposible decidir. No creemos que se pueda aventurar una solución en este momento, porque podría haber más líneas en la parte inferior del epígrafe. Tampoco parece que haya que desechar necesariamente que se trate de un genitivo singular. Estaríamos entonces ante una función, quizás sacerdotal, y, es cierto, de rango inferior al flaminado, como afirma Stylow, pero en el estado de la inscripción nos parece aventurado desechar cualquier posibilidad (cf. Saquete - Álvarez 2013, 285; González Herrero 2013).